- LESBIANAS: Esta palabra se refiere a las mujeres que sienten atracción por otras mujeres ósea el mismo genero y experimentan amor y atracción sexual entre el genero.
- BISEXUAL: Se define como la atracción de los dos sexos tanto de hombres y mujeres y se reúne en un mismo individuo cabe aclarar que no es al mismo tiempo y con la misma intensidad o a veces si.
- TRASNGENRERO: Esta identidad recoge a las personas que se sienten mejor identificadas o representadas con el otro genero y pasan por modificaciones mediante cirugías o requiere de un proceso de re hormonacíon
- GAYS: Esta es la atracción entre hombres y experimentan amor atracción sexual entre el genero masculino
- Queer : No se identifican ni hombres ni mujeres
Puede ser bastante fácil el confundir el sexo biológico (a veces llamado “sexo asignado al momento de nacer”) con el género y la identidad de género. Se relacionan entre sí pero son diferentes.
Sexo es una etiqueta usualmente dada primero por un médico basado en los genes, hormonas y partes del cuerpo (como los genitales) con las que naces. Se incluye en tu certificado de nacimiento y describe tu cuerpo como femenino o masculino. El sexo de algunas personas no encaja en femenino o masculino. Esto se llama intersexo.
Género refiere a cómo la sociedad razona que tenemos que vernos, pensar y actuar como niñas y mujeres y niños y hombres. Cada cultura tiene sus creencias y reglas informales sobre cómo las personas deben actuar basado en su género. Por ejemplo, muchas culturas esperan y alientan a los hombres a ser más agresivos que las mujeres.
Identidad de género es cómo te sientes en tu interior y cómo expresas tu género a través de tu vestimenta, comportamiento y apariencia personal. Es un sentimiento que comienza temprano en la vida.
El movimiento LGBT ha marcado de manera importante la segunda mitad del siglo XX y los inicios del siglo XXI. A través de una gran diversidad de luchas sociales y políticas han logrado visibilizar experiencias, deseos, saberes, malestares y sentires que habían permanecido negados y patologizados durante mucho tiempo.
Por otro lado, la historia del movimiento LGBT y LGTBI es muy larga y puede ser abordada desde puntos de partida muy diversos. A continuación señalaremos algunas algunos acontecimientos que marcaron su inicio y desarrollo en occidente.
Primeras luchas: los derechos LGTB
Hay muchas versiones sobre el inicio del movimiento en occidente. Una de las más aceptadas es que fue por primera vez utilizado para nombrar los movimientos estudiantiles en la década de 1960 en Estados Unidos que exigían la des patologización de los comportamientos no normativos y la igualdad de derechos.
El contexto de desarrollo de los movimientos LGTB estuvo caracterizado principalmente porque muchas personas denunciaron que habían estado sistemáticamente invisibilizadas por las normas de la heterosexualidad. Esto se hizo visible especialmente en Estados Unidos y en Europa, donde también los movimientos feministas estaban ganando mayor difusión.
Pero, entre otras cosas, esos movimientos feministas habían sido básicamente heterosexuales, lo que muy pronto provocó que muchas mujeres reivindican públicamente las identidades lésbicas. Aquí se abrió un primer punto de partida para la reivindicación de otras sexualidades que también se habían reservado para el espacio privado.
Incluso podríamos irnos más atrás y mirar algunos de los antecedentes de inicios del siglo XX, cuando algunos intelectuales europeos que tenían como experiencia la homosexualidad, se dieron a la tarea de escribir y publicar en favor la legitimación de sus deseos y prácticas sexuales.
No obstante, esto no generalizó hasta que salieron a la calle, en la forma de movimientos sociales y de activismo, aquellas personas que también habían visto vulnerados sus derechos.
Rupturas con el feminismo anglosajón
Los feminismos anglosajones habían hecho un quiebre importantísimo en las normas más tradicionales de género. No obstante, se habían organizado alrededor de una visión muy naturalizada sobre la división entre género-sexo, que continuaba siendo binaria, y dejaba al margen otras prácticas y experiencias.
Es decir, los movimientos que sólo se posicionaron a favor de la mujer estaban permaneciendo sobre la misma base opresiva de género, con lo cual, se habían excluido otras identidades. Por ejemplo la homosexualidad, el lesbianismo, las identidades trans, y todas las que no cupieran en estas categorías.
Así pues, el movimiento LGTB tuvo que establecer una primera ruptura ante el feminismo que había ignorado involuntariamente otras expresiones de la sexualidad. Así mismo y en tanto que la producción de conocimientos están siempre situados en una experiencia y un lugar concreto, algunas feministas del movimiento lésbico habían adoptado perspectivas esencialistas que no eran útiles para otras reivindicaciones e identidades.
Por ejemplo, a las personas que se asumen como bisexuales se les reprochaba no ser capaces de “salir del closet” en los términos hegemónicos. Fue así como, luego de un periodo de acomodo, separación y retroalimentación, los grupos lésbicos, gays, bisexuales y transexuales se agruparon en un solo colectivo de lucha.
El término LGBT fue probablemente utilizado por primera vez para referirse a los estudiantes activistas que salían a estas luchas principalmente en Europa y Estados unidos a partir de la década de 1960, aunque hay distintas versiones sobre la primera vez que se utilizó, y también sobre quién fue la primera persona en usarlo.
De la criminalización a la patologización
Las identidades y las prácticas sexuales y género que no son heterosexuales, han sido criminalizadas y seriamente penalizadas en distintos formatos desde hace muchos siglos. Actualmente y ante la preeminencia de los paradigmas biomédicos que se posicionan como los instructores sociales por excelencia, así como a través de supuestas patologías mentales, muchas de las prácticas no hegemónicas de género se siguen entendiendo como si fueran una patología.
Los movimientos reivindicativos de 1960, y muchos de los movimientos a día de hoy, han luchado en contra de la circulación de conceptos peyorativos, violentos y ofensivos hacia personas no-heterosexuales.
Pero no solo eso, sino que han denunciado prácticas explícitamente violentas y represivas como la lgtbfobia (que en muchísimos casos termina en asesinato); y otras prácticas muy comunes, naturalizadas y aparentemente inocuas como la patologización.
De hecho, fue hasta después de estos movimientos sociales de reivindicación conducidos por gran parte de la propia comunidad LGBT, cuando la homosexualidad dejó de ser considerada una patología mental por la APA y la OMS. Apenas hace 45 y 28 años respectivamente. Y lo que es más: estas luchas no están acabadas, porque la patologización como forma de criminalizar aún existe.


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